¿Y qué pasa si no tiene un BlackBerry?











HAY QUIENES aspiran a tener un BlackBerry para entrar en la onda de la conectividad móvil. Sin embargo, no necesariamente es la puerta de entrada a los teléfonos muy inteligentes. Los nuevos sistemas operativos serán claves para tomar la decisión.




Natalia Estefanía Botero Medellín Publicado el 12 de julio de 2010



Y se volvieron muy populares. Los BlackBerry (BB), una marca propietaria de la empresa canadiense Research in Motion (RIM) es casi un genérico. Al punto que otros móviles dejaron la carcasa negra para no parecerse a su más imperioso competidor.



¿Por qué se ha convertido en un fenómeno? aunque la penetración de smartphones o teléfonos inteligentes es aún minoritaria en el país (no pasa de 5,0 por ciento frente a 30 por ciento en E. U.), los equipos han cambiado de público objetivo.



Tal como dice Javier Andrés Cardona, gerente de Datos e Innovación de Movistar, al principio estos dispositivos estaban enfocados en profesionales y personas de negocios quienes debían moverse y permanecer conectados a su oficina.



Ahora, se han convertido en una solución para todo tipo de personas, desde vendedores hasta amas de casa (el 61 por ciento de las ventas con smarthpones de Movistar se hacen a personas naturales).



A esto hay que sumar planes de datos agresivos, incluso con publicidad muy dirigida a jóvenes. Quien no recuerda el comercial de Tigo: "¡ay no, divino!, todo el mundo con BB. Papá, ¡haz algo!", que aún se ve en YouTube.



Sin embargo, el gran diferenciador es el famoso BB Messengero Pin to Pin , un servicio que, sin intermediación alguna, permite conectarse con usuarios BB.



Tal como dijo Gloria Ortega, presidenta de Tigo, a Colprensa, en una entrevista reciente, "con los BB se da un fenómeno particular y es que estos usuarios, sin importar en qué operador estén, consideran su comunidad al resto de usuarios BB, ya no de su país, sino del mundo".



Lo que quiere decir que usted puede estar en el país y su papá en Francia y comunicarse a través de un chat, sin costo adicional, vía la red de RIM.



El aspiracional

Sin embargo, hay quienes impulsan la tendencia en otra vía. "No hay que tener un PIN para estar en una comunidad", dice Luis Gabriel Castillo, gerente de Mercadeo de Sony Ericsson.



Y con ello impulsa dispositivos como los que promueve su marca que permiten integración con Twitter o Facebook a través de una interfaz, de forma rápida y simple; o ha querido hacerlo Nokia.



Añade Castillo que "una persona se puede descifrar por su carro y su teléfono". Y con esta lógica cree que hay opciones que definitivamente se convierten en "aspiracionales", aunque no se usen sino para lo elemental.



Lo que significa que "para disfrutar de los beneficios totales que traen estos equipos es necesario un plan de datos. De lo contrario, solo sirve enviar y recibir llamadas", dice Cardona, de Movistar.



Aunque el precio de los planes de datos puede ser un inhibidor, es cierto que han venido cayendo en los últimos años.



En la actualidad, asociados a dispositivos con conexión a internet, hay planes de internet ilimitado desde $25.000 (una semana), o más de $60.000, al mes, dependiendo del operador.



Pero, el fenómeno no es solo nuestro. Con 500 millones de suscriptores móviles en la región (41 millones 154 mil usuarios en el país), no es difícil suponer que el medio de acceder a internet será por el teléfono móvil.



Roberto Matute, socio y fundador de Imolko, autor del blog Movilidad del futuro, cree que en un tiempo lo realmente relevante será la plataforma del teléfono que le permita gestionar desde servicios hasta aplicaciones, de productividad sí (como bien lo hace un BlackBerry), pero de entretenimiento también (donde el iPhone podría ser el rey).



En este escenario, dejará de ser importante una marca y llegará el día en el que los usuarios elijan orientados por sistemas operativos que puedan ser actualizados (tal como sucede en el mundo del PC). Lo que saben bien los consorcios metidos en el mundo móvil como Android, Microsoft, Apple y Symbian, entre otros.



Así, más que "cocos" a los que se les pida glamour -lo que también importará-, existirán dispositivos a los que se les exigirá eficiencia para tener a la mano la propia vida digital. Seguro ganará el más listo y no el más popular.



Eso sin contar con que eficiencia podría significar no estar todo el día conectado. Tal como lo ve el emprendedor web, Luis Pérez, quien por ahora no quiere un BlackBerry ni un iPhone, "esa gran capacidad de estas plataformas para ofrecer permanente conectividad hace que uno olvide el mundo tangible y hasta se convierta en un grosero".



"La gente en las reuniones no presta atención por estar chatiando, 'Twittiando' o en Facebook", remata.



Fuente: ElColombiano.com

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