Telcel: el próximo gran banco de México
Cuando pensamos en bancos mexicanos, Telcel no es una empresa que hoy nos venga a la cabeza. Más nos vale ir reconsiderando. Como todos sabemos, Telcel es el líder indiscutible en telefonía celular en nuestro país, pero ¿qué tiene que ver con banca? Por el momento nada. Pero la conexión empieza a materializarse si observamos el desarrollo de la industria de la telefonía móvil.
De sus orígenes como simples teléfonos inalámbricos de gran alcance, los teléfonos celulares han ampliado sus facultades con el tiempo. Primero como agendas y calendarios electrónicos, después como terminales de acceso a internet. Hoy, más que teléfonos, los aparatos que utilizamos son computadoras móviles, capaces de llevar a cabo una amplia gama de funciones.
La evolución del celular ahora apunta al sector financiero. Específicamente, el celular se está convirtiendo en un medio de pago, algo similar a una tarjeta de crédito o de débito. También se está convirtiendo en una terminal bancaria capaz de efectuar todo tipo de operaciones, desde traspasos hasta pagos de servicios. Ya en Japón y otros lugares del mundo se está utilizando de esta manera. Es cuestión de tiempo para que nuestro país adopte de lleno estas tendencias y la banca móvil se convierta en una realidad.
¿Y quién mejor para tomar ventaja de los celulares como portales bancarios que Telcel, empresa que cuenta con casi 60 millones de suscriptores? Es verdad que los bancos querrán ofrecer su plataforma financiera mediante los celulares. Pero es muy factible que las propias empresas de celulares decidan ofrecer servicios financieros directamente, saltándose a la banca tradicional.
Para poder hacerlo, seguramente será necesario algún de permiso del gobierno. Ya la CNBV anunció que se encargará de regular la banca por celular. Pero no veo por qué la autoridad le negaría un permiso para actuar como banco a un operador como Telcel (o como Telefónica o Iusacell) cuando al país le urge más competencia en el sector financiero y la banca móvil podría ayudar a la bancarización de la población.
Además, en caso que se le dificulte la obtención del permiso, Telcel siempre podría utilizar su relación con Inbursa, una empresa que le pertenece al mismo grupo de accionistas, para ofrecer servicios financieros mediante el celular.
Obviamente el miedo es que Telcel, el gigante de la telefonían celular, adquiera más poder del que ya tiene al convertirse en un gigante de la banca nacional. Pero cuando hablemos de instituciones financieras, más nos vale ir acostumbrándonos a incluir a Telcel en el mismo grupo que Bancomer y Banamex.
De sus orígenes como simples teléfonos inalámbricos de gran alcance, los teléfonos celulares han ampliado sus facultades con el tiempo. Primero como agendas y calendarios electrónicos, después como terminales de acceso a internet. Hoy, más que teléfonos, los aparatos que utilizamos son computadoras móviles, capaces de llevar a cabo una amplia gama de funciones.
La evolución del celular ahora apunta al sector financiero. Específicamente, el celular se está convirtiendo en un medio de pago, algo similar a una tarjeta de crédito o de débito. También se está convirtiendo en una terminal bancaria capaz de efectuar todo tipo de operaciones, desde traspasos hasta pagos de servicios. Ya en Japón y otros lugares del mundo se está utilizando de esta manera. Es cuestión de tiempo para que nuestro país adopte de lleno estas tendencias y la banca móvil se convierta en una realidad.
¿Y quién mejor para tomar ventaja de los celulares como portales bancarios que Telcel, empresa que cuenta con casi 60 millones de suscriptores? Es verdad que los bancos querrán ofrecer su plataforma financiera mediante los celulares. Pero es muy factible que las propias empresas de celulares decidan ofrecer servicios financieros directamente, saltándose a la banca tradicional.
Para poder hacerlo, seguramente será necesario algún de permiso del gobierno. Ya la CNBV anunció que se encargará de regular la banca por celular. Pero no veo por qué la autoridad le negaría un permiso para actuar como banco a un operador como Telcel (o como Telefónica o Iusacell) cuando al país le urge más competencia en el sector financiero y la banca móvil podría ayudar a la bancarización de la población.
Además, en caso que se le dificulte la obtención del permiso, Telcel siempre podría utilizar su relación con Inbursa, una empresa que le pertenece al mismo grupo de accionistas, para ofrecer servicios financieros mediante el celular.
Obviamente el miedo es que Telcel, el gigante de la telefonían celular, adquiera más poder del que ya tiene al convertirse en un gigante de la banca nacional. Pero cuando hablemos de instituciones financieras, más nos vale ir acostumbrándonos a incluir a Telcel en el mismo grupo que Bancomer y Banamex.
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